
Descubre lo que te pasa a ti y a tu bebé en el segundo mes de embarazo.
Su cara empieza a moldearse y a definirse: aparecen los ojos, las orejas, la nariz y la boca, seguidos de la lengua e incluso un esbozo de los dientes. Ahora su cabeza está cada vez más formada y tiene más del doble de volumen que su cuerpo. Ésta es la etapa clave para el desarrollo de los sentidos: desde finales de la séptima semana, los nervios ópticos ya son capaces de percibir las variaciones de luminosidad. Se forman todos los órganos, algunos diminutos y otros enormes. El cerebro, los pulmones y el tubo digestivo se desarrollan a gran velocidad. En cuanto al corazón, ¡es tan grande que incluso está formando un pequeño bulto en la zona del estómago! Su hígado también ocupa un espacio enorme.
El cuerpecito de tu bebé está cambiando rápidamente: su columna vertebral se está formando, sus brazos y piernas se alargan, aparecen sus codos, los dedos de sus manos y pies empiezan a diferenciarse... ¡ya es un ser humano en miniatura!
Los músculos de tu bebé empiezan a aparecer y a moverse involuntariamente... Sus movimientos son visibles en la primera ecografía (que suele hacerse entre la semana 11 y 13 de embarazo). ¡Pero aún tienes que tener paciencia y esperar un poco para sentirlo!
Los dedos de manos y pies de tu bebé ya han alcanzado su forma definitiva y han desarrollado otro rasgo distintivo: son capaces de contraponer el pulgar y el índice. ¡Seguro que estás deseando saber más cosas de tu bebé en la primera ecografía!
Hábitos alimenticios en el segundo mes de embarazo.
A estas alturas del embarazo, las náuseas y los vómitos, sobre todo por la mañana, pueden ser habituales. Si es así, habla con tu médico. Para aliviarlas, evita los alimentos pesados y ricos en grasas y reparte tus comidas, tomando dos o tres pequeños refrigerios entre las tres comidas principales. Los vómitos repetidos pueden provocar una ligera pérdida de peso. Si sientes alguna diferencia, consulta siempre a tu médico.
Para evitar el cansancio y el malestar que provocan las náuseas, no te saltes ninguna comida. Si lo haces, podrías acabar teniendo ataques de hambre o un bajón de energía por la mañana. Ahora más que nunca, lo que necesitas es una dieta variada y equilibrada. Habla con tu médico para saber a cuáles alimentos debes prestar atención a la hora de consumirlos para ganar más energía.
Recuerda también mantenerte hidratada: debes beber al menos 1,5 litros de agua al día (¡un poco más en verano!), o lo suficiente para tener una orina clara y sin olor. El agua es un componente fundamental de tu sangre, cuyo volumen ha aumentado considerablemente desde el inicio del embarazo para facilitar el intercambio de nutrientes entre la placenta y el feto, asegurando así la correcta nutrición de tu bebé a través de su circulación sanguínea. El agua también garantiza el buen funcionamiento de tus riñones, a través de los cuales se eliminan los residuos tóxicos tanto de la madre como del feto. Elimina por completo las bebidas alcohólicas de tu dieta y habla con tu médico sobre el consumo de bebidas azucaradas y con cafeína, como refrescos, café o té.
Descubre cuál es el refrigerio ideal para el segundo mes de embarazo.
En este momento del embarazo, el tentempié ideal consiste en un lácteo + un cereal + una bebida, también puedes añadir una pieza de fruta. ¿Un ejemplo? Una manzana, una rebanada de pan integral y un vaso de leche. Para un refrigerio preparado en casa: una rebanada de pan integral con queso acompañada de té y una pieza de fruta. Si prefieres la comida salada, puedes prepararte medio bocadillo con pan integral y una rebanada de queso. Evita los productos de repostería como pasteles y otros alimentos ricos en grasas o azúcares. Estos tentempiés también son una manera de equilibrar tu dieta y proporcionar nutrientes que puedas estar necesitando, en caso de que tu médico identifique alguna deficiencia nutricional. Un cuadrado de chocolate semiamargo contribuirá a tus necesidades de magnesio, o un cítrico como las mandarinas a tu ingesta de vitamina C.